
Una metáfora que nos invita a redescubrir los recursos personales desde el autodescubrimiento, la comprensión y el propio ritmo. Una decisión asumida desde el compromiso para estar bien con uno/a mismo/a, con la alegría de servir a las personas con las que confluimos e intercambiamos lo que somos.
Siento certeza, cuando una idea, tiene sentido, es clarificadora y puede ser muy útil para comprender cuanto nos queda por aprender y superar como personas, comprometidas con su crecimiento y desarrollo personal.
Porque si algo tenemos claro, es que, como seres humanos, nos queremos sentir bien. Muchas personas deseamos un bienestar lleno de consciencia, de retos, y avances para superar los escollos que nos ofrece el río de la vida.
Hace unos días “descubrí” una metáfora o símil, pensando sobre el crecimiento y desarrollo personal, como un proceso, lento, tranquilo, sereno, constante, con atención e intención centrada en observar, escuchar, detectar, y finalmente decidir qué queremos que continue como hasta ahora y qué decido soltar.
Al final todo cambio va seguido de una decisión, que comienza en el momento propicio, “cualquier momento es bueno” para iniciar el camino. Y cuando somos conscientes de su importancia no te arrepientes, ya no hay marcha atrás, has descubierto una nueva realidad.
El compromiso en el propio desarrollo personal:
Imagina por un momento que es como si durante mucho tiempo hubieras estado lavando y se ha acumulado una cantidad de plancha inmensa. Eso significa que las prendas están estancadas, en una parte del proceso. No están en su lugar, no se usan. Y cuando ha pasado mucho tiempo aquellas prendas que en su momento eran nuevas y limpias, ahora han dejado de ser bellas, se encuentran arrugadas, mezcladas. Y ocupando cada vez más espacio en mí.
Hace falta decidir el momento, y comenzar a realizar un reconocimiento de cada prenda; te pones un día, a una hora, y sin prisas te decides a “planchar”.
Ya sabes que planchar implica disponerte a dar calor para recuperar la prenda. Si observas toda la ropa, ¡no desistas!, comienza, por tocarla, y extenderla, con sumo cuidado, después elijes si sientes que todavía es válida, que la puedes usar. Ahora es momento de aplicar todo el calor necesario para que lleguen a todos los rincones y puedas devolverla a la vida.
¡Te puedes sorprender cuantas prendas tenemos olvidadas!
Si has comenzado, puedes maravillarte de la belleza recuperada de la prenda. Incluso decides si la vuelves a usar, o valoras que ya no es oportuna, porque “tu silueta ha cambiado”, o ya no le encuentras sentido para ti, pero sí para otra persona que conoces bien, y entonces se la devuelves.
Al tiempo, las prendas que estaban arrugadas, al recibir atención, calor, e intención ya se encuentran recuperadas, y en su lugar, disponibles para su uso.
Quizás en el proceso, has descubierto a la prenda de la alegría, es de las que más calor ha necesitado. Otra prenda que ha supuesto un trabajo especial ha sido la prenda de la pasión, creo que es la que mas tiempo lleva en el cesto de la plancha arrugada sin atenderla. Y en el fondo te dices “me alegro del orden que voy dejando en esa parte de la casa, mi casa”. Me he dicho ya no voy a dejar olvidadas, las prendas íntimas.
Es momento de reconocer, valorar, ubicar, utilizar todas las partes / “prendas” de una misma. Es lo que vamos consiguiendo cada vez que nos disponemos a descubrirnos, reconocernos con los momentos de miedo, culpa, tristeza, ira.
Desde hace un tiempo, ya ha dejado de haber prendas para estirar y dar calor porque todas están funcionando en su lugar. Ahora tienen una misión y es ser útil para crear relaciones que atraigan bienestar, alegría y expansión.
Y recuerda planchar es una tarea muy fácil, sólo tienes que enchufar la plancha ponerla al punto de calor y aplicarlo con sumo cuidado. No olvides observar amorosamente la prenda, y si está rota con aguja e hilo de “oro” la cosemos. Y si decidimos prescindir de esa prenda, nos disponemos a retirarla de nuestro espacio personal, dándole las gracias por habernos servido en su tiempo.
¡Nunca es tarde para comenzar a planchar nuestras prendas interiores!
Necesitamos estar disponibles, con nuestras prendas, para crear relaciones que nos permitan una vida plena de sentido y significado junto a las personas que nos acompañan.
Autora: Lola Cayuela.
Elche 01-12-2021
“Se trata de saber crear en común circuitos que nos traigan bienestar, alegría y expansión” Joan Garriga.
Precioso Lola! Gran metáfora!!!
Recomiendo si lectura
Gracias Gema por tu comentario, a veces las pequeñas experiencias de la vida cotidiana nos permiten hacer verdaderos descubrimientos. Sólo necesitamos estar atentas. Un saludo.
Verdad verdadera
Así es Chelo, como sabemos necesitamos orden por dentro y también por fuera en nuestras vidas cotidianas. Gracias y un saludo.